Escucha música mientras lees, vete al final.
“Corría el año 2017 y…”. Siempre me ha
parecido una manera perfecta (a alguien se lo había escuchado antes) de
comenzar a contar una historia. Pues sí, corría el año 2017, más concretamente
el mes de Abril, en los días de Semana Santa y para no romper con una
“tradición” que nos habíamos auto impuesto el año anterior, ahí estábamos los
cuatro haciendo una parte del Camino de Santiago.
En
uno de esos días, llegando a Burgos, a Pablo se le escapa el balón de
balonmano, si incomprensiblemente lleva toda la semana cargando con el balón,
empieza a rodar por una pequeña pendiente hasta que unos metros más abajo y
tras una pequeña carrera lo vuelve a coger. Ya por la tarde en el albergue y
tras una reparadora ducha y una no menos reparadora merienda me viene a la
cabeza el rodar del balón. Le comento a Pablo que si se había fijado que el
balón había empezado a correr camino abajo y tras un rato parecía que mantenía
la velocidad y que ya no se aceleraba más, a lo que me responde, “si, si, pero podemos jugar un rato con la
tablet o salir fuera a lanzarnos el balón” (con la tablet carga su hermano).
Resignadamente, con el comentario entre dientes de “que poco científico que eres”, respondo “claro que podéis jugar a lo que queráis, os lo habéis ganado”. Días
más tarde, de vuelta ya en Madrid, recuerdo aquella tarde y nace la idea de
esto que estáis comenzando a leer.
Este
libro surge como la recopilación de las respuestas de unos buenos amigos, en
origen a la mayoría de ellos no los conocía pero ya los considero a todos
buenos amigos, a mi solicitud de “Por
favor, me gustaría que me ayudarais a animar/motivar a mis hijos a que sean
científicos”.
Este
“guante” se lo lancé a multitud de científicos y tras el consejo de Ana Ulla “Quintín intenta que seamos muchas las
científicas las que participemos en este libro así será un mayor aliciente y
ejemplo para las chicas”, pues intenté, y creo que conseguí, un buen número
de grandes científicas, claro está los científicos que participan no les van a
la zaga. Vaya desde aquí mi agradecimiento a todos los que han participado,
todos de una manera altruista, por su ayuda, dedicación,
entusiasmo y por hacer mi labor de coordinación fácil y llevadera. Por supuesto
hago extensible este agradecimiento a todos los que no han podido participar,
gracias por vuestro ánimo y buenos consejos.
Este
libro va dirigido a jóvenes, o esa era la idea inicial, lectores de entre 14-18
años, pero tengo que confesar que tras su lectura creo que será del agrado de
cualquier persona con un mínimo de curiosidad, sea cual sea su edad. Pienso que
en esta colección de relatos, en su mayoría vivencias personales de sus
autores, encontrareis un fiel reflejo de la comunidad científica actual. Entre
los autores encontraréis desde estudiantes de grado o doctorado a Catedráticos,
e incluso científicos ya jubilados (en la mayoría de los casos muy a su pesar)
con una sabiduría y experiencia que una Sociedad que se quiera calificar como Avanzada
no debe dejar de lado y mucho menos en el olvido. Aquí tenéis un buen elenco de
“hombros sobre los que subiros” para
lograr grandes cosas. Creo firmemente que acabareis la lectura de los capítulos
mascullando la frase “Y yo quiero ser…”.
Decir
que no es un libro que requiera una lectura continuada. Todos los capítulos son
independientes, se pueden leer sin orden, se puede ir saltando de un área de
conocimiento a otra sin problemas. Mi recomendación es que empecéis leyendo
los que creáis que más os van a gustar, para después no dejar de leer los que
según los títulos no parezcan que os llamen la atención o incluso aquellos que
leyendo el título no sepáis muy bien a que se están refiriendo, estoy seguro
que os sorprenderán y gustaran.
Aprovecho
para poner “la venda antes de la herida”, soy el único culpable en la
confección del índice. Son miles las posibles combinaciones para elaborarlo
pero está claro que hay que decidirse por una y seguro que no será del agrado
de todos. Esta combinación se basa en la separación de los capítulos en dos
grandes áreas (por explicarlo de alguna manera, una con un poco menos de “matemáticas”
y la otra con algo más) y dentro de ellas el orden alfabético de los propios
capítulos. Serán muchas las opiniones que cambiarían de área y/o de orden los
capítulos pero tenía que decidirme por algo.
Termino
estas líneas volviendo a agradecer a todos los que de una manera u otra han
participado en la elaboración de este
libro, desde Irene a Federico por citar dos nombres ya que la lista completa
sería inacabable. Una más que ganada mención, lo que habéis tenido que aguantarme,
a David, Pablo y Teresa gracias por vuestro apoyo y ayuda.
Y
con la esperanza que todos encontréis con la lectura de este libro la
inspiración y el ánimo para conseguir ser grandes científicos.
Madrid Febrero
2018
Quintín
El "culpable" de este libro y su balón.
Portada:
Cortesía de Noelia Bernardo García
Contraportada:
“Irene y sus descubrimientos”
Foto cortesía de Alicia Parra Ruiz
Montaje cortesía de Luis Bretón Belloso
Este libro tiene una licencia Creative Commons
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parcial de esta obra deberá hacer un reconocimiento expreso a la autoría de la
misma y/o de los capítulos mencionados.
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Escucha música mientras lees.
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