(Por
Emilio Jiménez)
Escucha música mientras lees, vete al final.
Yo quiero ser
Ingeniero de Sistemas y Automática, que afortunadamente es lo que soy, por lo
que tengo la gran suerte de hacer lo que me gusta (y que además me paguen por
ello 😉.
Bueno, además de la Ingeniería de Sistemas y Automática me gusta enseñar, y me
gusta investigar, ambas tareas en este maravilloso campo, y es lo que hago como
catedrático de Ingeniería de Sistemas y
Automática en la Universidad de La Rioja, donde también me dedico a hacer
Transferencia, es decir, aplicar los resultados de la Investigación y la
Innovación para mejora de los productos y de los procesos productivos
(logística, producción, etc.), así como de los servicios (aeropuertos,
hospitales, etc.). Por eso cuando Quintín me propuso hacer este capítulo acepté
encantado, para poder orientar a todos los jóvenes que lo deseen en lo que
consiste esta disciplina de la ingeniería y en lo que podrán hacer si optan por
ella.
Todo lo que he
adelantado que hago, no lo realizo yo solo, pues hoy en día un ingeniero que
trabaje solo no puede competir ni puede avanzar al ritmo de los que trabajan en
grupo, y por tanto lo que aquí os digo que hago en realidad no lo hago yo, sino
que lo hacemos mi grupo. Y de nuevo me considero afortunado al contar con un
grupo de amigos que trabajamos juntos, es decir, que además de trabajar en lo
que nos gusta lo hacemos con quienes nos gusta hacerlo.
Lo que acabo
de contar, no lo he hecho porque quiera “contar mi vida”, sino porque de ello
se desprenden muchas ideas muy importantes sobre nuestro propósito. Algunas ya
están adelantadas, como que el trabajo en equipo es fundamental, como lo es
tener un buen ambiente de trabajo, tanto en la Ingeniería de Sistemas y
Automática, como en la Ingeniería en general, como en cualquier trabajo. Pero
hay otra idea oculta en todo ello que es la base de la Ingeniería de Sistemas: un sistema es
un conjunto de elementos que se relacionan entre sí constituyendo una entidad
que no es simplemente la suma de sus elementos.
Bueno, he dado
una definición un poco rigurosa, y como Quintín me pidió que el capítulo fuese
informal y directo para futuros científicos 😉
de ahora 14 a 18 años, voy a tratar de explicarlo de otra manera, y además voy a hacer referencia
únicamente en este capítulo a las redes sociales (en lo que esos chicos de 14 a
18 años son mucho mejores que yo), y en concreto a la Wikipedia.
Supongamos que
tenemos una caja con un cerebro (de un conejo por ejemplo, para no ser muy
macabro), un hígado, unos riñones, unos cuantos litros de sangre, etc. Es
decir, los elementos que constituyen el sistema que es el conejo. Por separado
el cerebro no puede hacer nada, y de hecho muere en poco tiempo, como lo hace
el resto de elementos sin el cerebro, o sin el hígado, etc. Pero todos juntos,
y debidamente relacionados, constituyen un Sistema, y además un sistema
fantástico, pues es un ser vivo. Lo mismo podríamos pensar con el disco duro,
el teclado, la CPU, la memoria, etc. de nuestro ordenador, o con sistemas muy
muy complejos, como puede ser los fenómenos atmosféricos y meteorológicos, los
entornos naturales y los ecosistemas, etc.
Pues bien,
entender las relaciones entre las partes que componen los sistemas y entender
el comportamiento del sistema completo es la base de la Ingeniería de Sistemas.
Voy a poner un par de ejemplos:
-Supongamos un modelo muy simple
de un entorno natural en el que hay zorros y hay conejos. Tanto unos como otros
se reproducen a un cierto ritmo, dependiendo del número de parejas de su
especie que haya. Por otro lado, como los zorros se alimentan de conejos,
cuantos más conejos haya más va a crecer la población de zorros, pero cuantos
más zorros haya más va a decrecer la población de conejos. Se trata de un
sistema muy simple, con sólo dos elementos (un depredador y una presa), y unas
pocas relaciones entre ellos. Y sin embargo la evolución del sistema es muy
compleja, con variaciones cíclicas de las poblaciones en unos casos, o la
desaparición de los conejos y luego de los zorros, o la desaparición sólo de
los zorros, dependiendo de los valores iniciales y del tipo de relaciones
concretas que definamos. Ese análisis lo realizaron ¡hace menos de un siglo! de
manera independiente dos matemáticos, Alfred J. Lotka en 1925 y Vito Volterra
en 1926, y se conoce como Las ecuaciones de Lotka-Volterra o las ecuaciones predador-presa.
-Más tarde todavía (para que
veáis lo reciente que es esta disciplina), otro ingeniero, Jay Wright Forrester
(1918-2016) se dio cuenta de que en un simple almacén con mercancías
almacenadas para vender, empleados, y clientes, con unas relaciones muy simples
se producían unas oscilaciones similares en el número de empleados y el
producto almacenado, y lo plasmó en el célebre libro Industrial Dynamics (en
1961, ayer mismo como quien dice), considerado el origen de la dinámica de
sistemas, de la que Forrester es considerado el padre.
La dinámica de sistemas busca los elementos que componen los sistemas, analiza las
relaciones entre ellos (especialmente buscando ciclos de relaciones) y
determina de qué tipo será la respuesta. Para ello emplea diagramas causales,
que después se depuran en diagramas de Forrester, y finalmente se transforman
en ecuaciones para analizarlas (eso ya hoy en día lo hacen muy bien las
aplicaciones informáticas).
Por ejemplo,
un ingeniero de sistemas puede determinar de esta manera cómo evolucionará una
epidemia (pongamos que de gripe) en la población, en la que habrá personas
sanas (sin contagiar), personas contagiadas, personas que ya se han curado y
por tanto están inmunizadas, etc. Así que cuando oigamos por los medios de
comunicación que se espera un descenso de la incidencia de une epidemia con un
repunte posterior, además de médicos seguro que hay un ingeniero de sistemas
que ha analizado la evolución de la epidemia y ha generado un modelo para
determinar su dinámica.
Por eso la
ingeniería de sistemas está hoy en día relacionada con la disciplina conocida
como Modelado y Simulación, consistente en eso mismo, modelar las partes del
sistema y sus relaciones, simularlo computacionalmente, y determinar el
comportamiento. Y eso se emplea en cualquier campo de la ingeniería:
comportamiento del viento en lo aerogeneradores, comportamiento de las
aeronaves y su capacidad de vuelo, determinación de movimientos de personas,
equipajes y aviones en un aeropuerto, etc.
Un ejemplo muy
divertido es el “juego de la cerveza” (the beer game), que simula la producción y venta de una
fábrica de cerveza, y muestra la dificultad que tiene hacer los pedidos de
varios puestos intermedios sin llevar la fábrica a la ruina. Y todo ello está
relacionado con la automática como veremos. En realidad el término automática
comprende dos cosas diferenciadas: la Ingeniería de Control y la Automatización Industrial.
La Ingeniería
de Control lo que hace es, no sólo determinar el comportamiento de un sistema,
sino la forma de controlarlo para que su comportamiento sea el adecuado. Es
decir, se diseñan y desarrollan “controladores” y algoritmos de control, que
son los encargados de hacer que el sistema se comporte como deseamos. Se basan
en conocer el comportamiento, compararlo con el que queríamos, y determinar la
acción de control necesaria en cada momento. Por ejemplo un avión no podría
volar como lo hace sin un sistema de control automático, y mucho menos una nave
espacial, pero también sistemas tan sencillos como motores, aires
acondicionados, amortiguación activa de los coches, etc. emplean controladores.
Por otro lado
la automatización Industrial lo que hace es emplear sistemas o elementos
computarizados y electromecánicos para controlar maquinarias y procesos
industriales, incluyendo robótica, visión artificial, y técnicas de
inteligencia artificial para la toma de decisiones.
Es evidente la
relación directa que todo ello tiene con la nueva revolución industrial, la
cuarta revolución industrial o Industria 4.0, también
conocida como la de los sistemas ciberfísicos, que tenemos ya a la vuelta de la
esquina, y que va a cambiar el mundo (no sólo la producción y el trabajo sino
toda la sociedad) en muy pocos años. Por eso, como resumen, no puedo
deciros que si decidís como yo haceros ingenieros de sistemas y automática
vayáis a trabajar con robots, visión artificial, sistemas inteligentes de
producción, modelado y simulación, regulación automática, o analizando,
comprendiendo y controlando sistemas complejos de cualquier tipo, porque en
pocos años, muy pocos, lo que van a hacer los Ingenieros de Sistemas y
Automática es adaptar los sistemas productivos a la Industria 4.0, para lo que
ADEMÁS de todo lo anterior trabajaréis con Big Data, Realidad Aumentada, Cloud
Computing, Robótica colaborativa, Internet de las Cosas, etc., es decir, las
disciplinas en las que se basa la Industria 4.0.
Como ejemplo,
cuelgo unas imágenes de algunos de nuestros trabajos en esas líneas: Un
simulador de robótica colaborativa (desarrollado como proyecto fin de carrera
por el mejor estudiante que he tenido, ahora ya compañero) y dos plantas
industriales en las que hemos sido capaces de aplicar los conceptos de
Industria 4.0, y desarrollarlas plenamente de manera virtual, antes de que ese
concepto se pusiese en marcha. Es el futuro, que ya está aquí, y es lo que
tendréis que hacer en este oficio.
Emilio Jiménez
Doctor
Ingeniero Industrial
Universidad de la Rioja
Escucha música mientras lees.
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