lunes, 15 de enero de 2018

Yo quiero ser Bioquímica Nutricional - Eva Miedes Vicente

Y yo quiero ser...Bioquímica Nutricional
(Por Eva Miedes Vicente)


Escucha música mientras lees, vete al final.

Crecí en Caudé, un pueblo de 150 habitantes de la provincia de Teruel. Cuando cumplí 10 años pasaron tres cosas que marcaron mi vida: tuve el mejor maestro del mundo, me regalaron un libro que enseñaba a realizar experimentos científicos y me pusieron gafas curiosas.

En esa escuela de pueblo, salíamos a la pizarra y les exponíamos a nuestros compañeros que los humanos somos como unas máquinas: obtenemos energía de los alimentos para gastarla en diversas funciones vitales y actividades diversas. “Si no comes no podrás jugar al futbol” me decía mi abuela. Años más tarde, en el instituto, aprendí que esos alimentos están compuestos por nutrientes, que son las mismas moléculas químicas que forman nuestro cuerpo. En la asignatura de Biología del bachillerato, estudiamos que estas moléculas son las proteínas, los lípidos, los hidratos de carbono, las vitaminas y los minerales. Además, seguimos haciendo experimentos científicos y cada vez me surgían más dudas relacionadas con la alimentación: ¿Qué era realmente lo que nos alimentaba?, ¿por qué insistían tanto en que una dieta saludable y el ejercicio es indispensable para no enfermar?, ¿por qué era tan difícil adelgazar para las personas que tenían sobrepeso u obesidad? y ¿por qué a cada persona le sentaban mejor unos alimentos u otros?

Llego el momento de decidir qué estudiar en la Universidad. Pensé que si los humanos tenemos que comer todos los días, seguro que en el futuro habría un trabajo para alguien interesada en resolver estas cuestiones. Así que me decidí a cursar la Licenciatura de Ciencia y Tecnología de los Alimentos. Salí de mi pueblo y me fui a Valencia. En tercero de la carrera, ya tenía claro que quería ser CIENTÍFICA y dedicarme a la investigación y docencia. Por ello, me gustaría compartir con vosotros algunas de las respuestas científicas a esas preguntas que han guiado mi vida profesional.

¿Qué es un alimento?, ¿y un nutriente? - ¿Qué es realmente lo que nos alimenta?

Los humanos obtenemos la energía mediante la ingestión, absorción, digestión y metabolización de los alimentos. Nuestra dieta es generalmente omnívora, de modo que los alimentos son todos aquellos productos de origen mineral, animal o vegetal que ingerimos. Una vez ingeridos, comienza en nuestro cuerpo el proceso de absorción y digestión, mediante el cual, el organismo obtiene los nutrientes de estos alimentos. Podemos diferenciar entre macronutrientes –forman mayoritariamente los alimentos y proporcionan energía– como proteínas, grasas e hidratos de carbono y los micronutrientes –que se encuentran en menor cantidad, suelen ser esenciales y no aportan energía– como vitaminas y minerales. Así, los nutrientes son todas las moléculas bioquímicas que componen todos los alimentos. Estas moléculas serán metabolizadas por nuestro organismo para la síntesis de nuestras nuevas estructuras moleculares y la obtención de energía. La energía se obtiene por combustión (oxidación) de los nutrientes y proporciona distinta cantidad –medida en calorías–  en función de sus características químicas. Todos sabemos que las grasas nos aportan mucha energía (9 kcal/g) y eso es debido a que tienen un elevado grado de reducción. El cuerpo “quema” las grasas gracias al oxígeno que respiramos y obtiene la energía que guarda en los enlaces fosfoanhidro y ester de la molécula de adenosín trifosfato (ATP). Este ATP es como el dinero que usa el organismo en las rutas de síntesis (anabólicas) o degradación (catabólicas). Los hidratos de carbono nos proporcionan menos energía tras la oxidación (4 kcal/g) pero son necesarios para equilibrar el aporte calórico y el tránsito por el tracto digestivo. Las proteínas aportan la misma cantidad de energía que los hidratos de carbono (4 kcal/g) pero son imprescindibles para formar, por ejemplo, músculos, enzimas y anticuerpos. El alcohol no puede ser considerado como un nutriente, ya que tiene efectos tóxicos, pero es una molécula que al oxidarse también proporciona mucha energía (7 kcal/g). De modo que, cuando ingerimos por ejemplo un salmón con patatas (alimentos), estamos digiriendo sus proteínas, grasas, hidratos de carbono, minerales y vitaminas (nutrientes) para formar mediante procesos metabólicos nuevos tejidos musculares (estructuras moleculares) de nuestro cuerpo y obtener ATP (energía).

La pirámide de la alimentación saludable - ¿Por qué insisten tanto en que una dieta saludable y el ejercicio es indispensable para no enfermar?

Hace ya unos 2450 años que Hipócrates relacionó los alimentos con la salud: “Que tu alimento sea tu medicina, y que tu medicina sea tu alimento”.  Hoy sabemos que la dieta –considerada como el conjunto de alimentos que ingerimos diariamente– determina nuestra buena o mala salud.

La Sociedad Española de Nutrición Comunitaria; SENC publicó recientemente un artículo científico [1] donde se muestra la nueva pirámide de la alimentación saludable (Fig. 1). Esta edición actualizada, responde a las nuevas investigaciones científicas realizadas en materia de biología molecular y bioquímica nutricional. Podemos ver que en la base de esa pirámide, no tenemos alimentos, sino hábitos de vida saludable. Así, el ejercicio físico es el factor más importante, ya que regula la ingesta y ayuda al mantenimiento del equilibrio energético. Es recomendable que cada persona ajuste su ingesta calórica (las calorías que ingerimos) a sus actividades diarias (las calorías que gastamos) con el objetivo de mantener un balance neto nulo.

Fig. 1. Pirámide de la Alimentación Saludable. Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC), 2015. http://www.nutricioncomunitaria.org/es/

Gracias a la Ciencia he trabajado en distintas partes del mundo –como Japón, EEUU, India y Bélgica– donde pude experimentar lo diferentes que son las dietas y hábitos de sus habitantes. Aunque proporcionen la misma cantidad de energía, existen muchos otros factores que definen su salud nutricional, como son el tipo de cocinado, el tipo y cantidad de las grasas, la calidad proteica medida como cantidad de aminoácidos esenciales, la cantidad de frutas y verduras o el ejercicio diario que practican.

La mejor forma de adelgazar es no engordar - ¿Por qué es tan difícil adelgazar para las personas que tienen sobrepeso u obesidad?

Todos sabemos que, si comemos más de lo que gastamos, engordaremos. Por el contrario, si comemos menos, no tendremos suficientes calorías para cubrir las necesidades fisiológicas de nuestro cuerpo y, adelgazaremos. Aunque esta afirmación es generalmente cierta, muchos otros factores influyen en la regulación del peso. Esos factores –hormonales, genéticos, emocionales y evolutivos– son los que definen el grado de dificultad de las personas para ganar o perder peso. Actualmente, los humanos ingerimos alimentos varias veces al día. Pero esto no ha sido siempre así. La raza humana dejó de ser nómada y comenzó a vivir de la agricultura y ganadería hace tan sólo unos miles de años. Por lo que existían grandes aportes calóricos puntuales (caza de un gran animal) seguidos de periodos de hambre que definieron genéticamente los procesos metabólicos y su regulación. Esas moléculas encargadas de la regulación – como la leptina–  ayudan a mantener el peso óptimo (peso de ajuste) y provocan que tengamos sensación de hambre o saciedad. ¿Qué ocurre cuando una persona que pesaba X Kg engorda 10Kg? Pues que desplaza su peso de ajuste a un nuevo valor mayor (X+10). Cuando pretende adelgazar, todas las señales bioquímicas reguladoras están indicando una situación de alarma: ¡Atención!, –grita nuestro organismo– necesitamos más calorías para llegar a ese nuevo peso de ajuste (X+10). El organismo identifica ese peso mayor como óptimo, aunque esté muy por encima de un peso saludable. El cuerpo siente lo mismo que nuestros ancestros tras un periodo de caza y posterior carencia alimentaria. Cuando nos situamos por debajo del peso de ajuste (X-5), el organismo responde disminuyendo el gasto energético y produciendo señales para aumentan la ingesta de alimentos. Es decir, el organismo reduce su gasto y tenemos más hambre. Es por ello, que se produce el conocido como “efecto rebote” tras abandonar una dieta de adelgazamiento.

Nutrigenómica y nutrigenética. Lo más nuevo - ¿Por qué a cada persona le sientan mejor unos alimentos u otros?

Actualmente, existe un aumento notable de las dolencias relacionadas directamente con la alimentación, tanto en niños como en adultos. Entre ellas encontramos la obesidad, el síndrome metabólico o distintos tipos de cánceres. Todas ellas suelen responder a un patrón de dietas poco saludables y falta de ejercicio. Sin embargo, hoy sabemos por estudios genéticos que, no todos los seres humanos respondemos igual ante los mismos nutrientes.  Por ello, se están desarrollando dos novedosas disciplinas que estudian a) el efecto molecular de los nutrientes sobre la expresión de los genes –Nutrigenómica– y b) los efectos metabólicos o enfermedades que provoca una dieta en las personas con determinadas variaciones genéticas o mutaciones –Nutrigenética–. Ambas disciplinas combinan novedosas técnicas tanto de biología molecular como informáticas para el estudio de la interacción entre nutrientes y genes. Como veis, la Ciencia siempre hace uso de todos los avances tecnológicos para avanzar rápido en el conocimiento, en este caso de la biología. Muy pronto, cada persona podrá adaptar automáticamente su ingesta calórica diaria a sus gastos energéticos personales. Además, podrá conocer exactamente el efecto de todos los nutrientes en su organismo y como su organismo –genoma– responde a esos nutrientes, consiguiendo que su alimentación sea la más adecuada.

Encontré las respuestas a estas preguntas mientras cursaba un doctorado y viajaba por todo el mundo trabajando como investigadora. Actualmente desarrollo mi profesión como profesora de la Universidad Politécnica de Madrid, sigo llevando gafas curiosas, haciendo Ciencia y no dejo de aprender todos los días junto a mis alumnos. Y a medida que avanzamos en ese conocimiento nos surgen nuevas preguntas. Esas preguntas son las que podréis responder vosotros. En el caso de la bioquímica nutricional, será necesario integrar los conocimientos bioquímicos con el análisis computacional de los millones de datos biológicos generados, desde el análisis de metabolitos proteicos hasta la secuenciación masiva de genomas. Y me pregunto, ¿por qué no puedes ser tú uno de esos jóvenes científicos? ¿Por qué este libro no puede marcarte la vida, como lo hizo mi libro de experimentos? ¿Te animas a ponerte las gafas de la curiosidad para llegar a ser un@ buen@ científic@?

Sigue leyendo el libro, ¡esta es tu oportunidad!


Referencias:
[1] Grupo Colaborativo de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC): Aranceta Bartrina J, Arija Val V, Maíz Aldalur E, Martínez de Victoria Muñoz E, Ortega Anta RM, Pérez-Rodrigo C, Quiles Izquierdo J, Rodríguez Martín A, Román Viñas B, Salvador i Castell G, Tur Marí JA, Varela Moreiras G, Serra Majem L. Guías alimentarias para la población española (SENC, diciembre 2016); la nueva pirámide de la alimentación saludable. Nutr Hosp 2016;33(Supl. 8):1-48. DOI: http://dx.doi.org/10.20960/nh.827
Eva Miedes Vicente
Profesora Ayudante Doctor
ETSI Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas. Dpto. Biotecnología-Biología Vegetal, Universidad Politécnica de Madrid.
Centro de Biotecnología y Genómica de Plantas (CBGP) UPM-INIA

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