miércoles, 17 de enero de 2018

Yo quiero ser Topólogo - Enrique Macías Virgós

Y yo quiero ser...Topólogo
(Por Enrique Macías Virgós)

Escucha música mientras lees, vete al final.

En Matemáticas, la solución de muchos problemas no consiste en realizar cálculos (álge­bra) o medir distancias (geometría), sino en entender la configuración o la estructura de un objeto. El primero en resolver una cuestión así fue el matemático suizo Leonhard Euler (1707-1783), al que plantearon el siguiente acertijo (ver Fig. 1): “En la antigua ciudad de Königsberg, en Prusia, el río Pregel forma dos islas que están unidas entre ellas y a las orillas por siete puentes. ¿Es posible hacer un paseo que recorra todos los puentes y pase una sola vez por cada uno?”Como puedes ver, este problema no depende del tamaño de la ciudad, ni de la longitud de los puentes, ni de si están lejos o cerca unos de otros, sino de la manera en que conectan las distintas porciones del terreno. Es un problema “topológico”. La gran innovación de Euler fue estudiarlo de manera abstracta, lo que le permitió demostrar que no existe tal paseo, además de dar un método para estudiar cualquier número de puentes y regiones.

Fig. 1. Los puentes de Königsberg

¿Qué es la Topología?

La Topología es una rama de las Matemáticas, que tiene muchas apli­caciones en otras disciplinas científicas como la Física, la Ingeniería o la Biología. Es una versión moderna de la geometría, que permite estudiar todo tipo de situaciones desde un punto de vista cualitativo y estructural, más que cuantitativo, y aun así extraer información valiosa. Resuelve problemas que no dependen de la forma exacta de los objetos implicados, sino de la manera en que están colocados, y no importa si los deformamos, retorcemos o estiramos; eso sí, sin romper ni hacer agujeros. La Topología se fija en propiedades que son “invariantes”, es decir, que no cambian aunque deformemos los datos, como en el problema de Königsberg, donde a cada región del plano le corresponde el número de puentes que la conectan con las otras regiones. A continuación veremos otros temas que interesan a la Topología.

La característica de Euler-Poincaré

Los “sólidos platónicos” (tetraedro, cubo, octaedro, dodecaedro e ico­saedro) son conocidos desde la antigüedad. En el siglo XVIII, Euler se dio cuenta de que todos cumplen la siguiente fórmula: V-A+C=2, donde V es el número de vértices, A es el número de aristas y C es el número de caras. Por ejemplo, en el cubo (ver Fig. 2) tenemos V=8 vértices, A=12 aristas y C=6 caras, de modo que V-A+C vale 2 (se llama su “característica de Euler”).

El mismo resultado se obtiene con objetos más complicados, como el “icosaedro truncado” de la Fig. 2, que posee V=60 vértices, A=90 aristas, 12 caras pentagonales y 20 hexagonales; por tanto, C=32, así que su característica también es 2.

Fig. 2. El cubo, el icosaedro truncado y una esfera

Lo que tienen en común todas estas figuras es que son deformaciones de una “esfera” (la superficie de una pelota), como puedes comprobar si piensas en el conocido balón de fútbol de la Fig. 2. En cambio, a diferencia de las anteriores, la característica de un “toro” (la superficie de una rosquilla), vale cero, como puedes comprobar si calculas V, A y C en la Fig. 3. Vemos así que la característica de Euler es un “invariante” topológico que permite distinguir unas superficies de otras.

Fig. 3. Una rosquilla “topológica”

Se considera al matemático francés Henri Poincaré (1854-1912) como el fundador de la topología moderna. En su época, y debido a la aparición de la teoría de la relatividad y de las llamadas “geometrías no euclidianas”, los físicos y los matemáticos empezaron a plantearse el estudio de las posibles “formas” que puede tener el espacio-tiempo en que vivimos, y fue él quien generalizó la característica de Euler a dimensiones superiores.

La banda de Moebius

Existen otros invariantes topológicos que son aún más sutiles. El matemático alemán Augustus Möbius (1790-1868) descubrió la curiosa superficie de la Fig. 4, que se obtiene pegando una banda alargada de papel, pero dando un giro a los extremos antes de unirlos. Como puedes comprobar por ti mismo, es imposible colorear una cara y la otra no ¡porque solo tiene una cara! Además, el borde está formado por una única circunferencia (no como el cilindro, que tiene dos bordes). En el vídeo de la referencia [3] el topólogo Raúl Ibáñez explica qué ocurre si cortas una banda de Möbius a lo largo. Tendrás un resultado diferente según que cortes exacta­mente por el centro (obtendrás una cinta más larga y retorcida) o a un tercio de distancia del borde (en este caso obtendrás ¡dos cintas separadas pero enlazadas!). El invariante que está detrás de estos extraños fenómenos es la “orientabilidad”, es decir la posibilidad de decir cuando se está “hacia arriba” y cuando se está “hacia abajo”. El cilindro es “orientable”, pero la banda de Möbius no.

Fig. 4. La banda de Möbius y el cilindro

Teoría de nudos

Una teoría topológica muy interesante es el estudio de los “nudos”. En Topología, para simplificar, se supone que los dos extremos del cordel están unidos. Todos los nudos son de­for­ma­ciones de una circun­fe­ren­cia, pero se trata de decidir si podemos desenredarlos o no, es decir, si hay una trans­for­ma­ción de todo el espacio que convierta un nudo en otro. ¿Podrías decidir si hay una manera de transformar los tres nudos de la Fig. 5 entre ellos sin cortarlos?

Fig. 5. Tres nudos

Un juego topológico

El siguiente juego fue inventado por el matemático inglés John H. Conway (1937- ), y se conoce con distintos nombres (juego de los brotes, juego de las coles de Bruselas). Se empieza dibujando dos puntos (los “brotes”) y después por turno cada jugador traza una línea que empiece y acabe en un brote (vale que sea el mismo punto), y dibuja un nuevo brote en el medio de la línea. Las líneas pueden tener cualquier forma, pero no pueden cortarse. Además, cuando de un brote salen tres líneas, se considera que está muerto y ya no puede usarse. Se pierde el juego cuando ya no se puede dibujar ninguna línea. Es una situación claramente topológica (no importa demasiado la posición de los puntos ni la forma de las curvas) y hay resultados interesantes: por ejemplo, una partida no puede durar menos de cuatro jugadas ni más de cinco. Posibles variantes del juego son: empezar con más puntos, o permitir que de cada brote puedan salir cuatro ramas en vez de tres.

Fig. 6. Una partida de “brotes”

En el blog de mi amigo el mago Moebius (referencia [6]) encontrarás más juegos topológicos.

Algunas aplicaciones de la Topología

La Topología se considera una parte de la “matemática pura” y en principio no está enfocada a problemas que tengan una aplicación directa. De todos modos, en la actualidad ya tiene muchas aplicaciones. Veamos algunas.
-Física. La Topología se usa en la física de la materia condensada, para explicar el comportamiento de superfluídos y superconductores. El premio Nobel de Física de 2016 se otorgó a tres investigadores americanos que usaron la Topología para estudiar cambios de fase diferentes de los usuales (sólido, líquido y gaseoso).
-Robótica. Para planificar el movimiento de uno o más robots es necesario conocer el conjunto de posiciones posibles (el “espacio de configuraciones”) e implementar instrucciones (“algoritmos”) para que se muevan sin colisiones. Es necesario estudiar un invariante, la llamada “complejidad topológica”, para saber cuántos algoritmos se necesitan para cubrir todas las posiciones posibles.
-Biología. En el estudio del cerebro aún no conocemos bien la relación entre la complejidad de las conexiones de una red de neuronas y la función que realizan. La topóloga Katrhyn Hess (1967- ) está usando técnicas de “topología algebraica” para esquematizar el flujo de información y entender cómo se procesan los estímulos.
-Química. La Topología juega un papel destacado cuando se estudia la estructura tridimensional de nuevas moléculas con propiedades inusuales o el plegamiento de proteínas.
-Computación. El “análisis topológico de datos” es importante para entender las estructuras complejas que aparecen en muchos procesos mecánicos, físicos y biológicos. Las técnicas topológicas consiguen suficiente información en un tiempo de computación aceptable y proporcionan métodos para describir los datos, como por ejemplo la manera en que están agrupados (“clustering”).
-Matemáticas. La Topología se usa en un montón de resultados interesantes: teoremas del punto fijo, existencia de soluciones de ecuaciones, comportamiento cualitativo de modelos matemáticos, teorema de la curva de Jordan, teorema de la esfera peluda, conjetura de Poincaré, …

A modo de conclusión

Cuando miramos el plano del metro de una gran ciudad (Fig. 7) tenemos una información que no es “geométrica” (distancias, ángulos) sino “topológica” (estructura, conexiones, ciclos). La Topología estudia “espacios” abstractos, que tanto pueden representar el escenario de un experimento físico como las posibles configuraciones de una máquina o de una molécula de ADN.

Fig. 7. El metro de Valencia

Desde el punto de vista de la Topología, dos espacios son equivalentes si pueden ser transformados el uno en el otro deformándolos sin cortar ni pegar. Un chiste clásico dice que un topólogo ¡no es capaz de distinguir una rosquilla de una taza con asa!


Referencias:
[1] Los puentes de Königsberg: Matemáticas en el Mundo Moderno, Editorial Blume 1974.
[4] Nudos: https://es.wikipedia.org/wiki/Teor%C3%ADa_de_nudos, ver también la versión en inglés.
[5] Juego de los brotes: M. Gardner, Carnaval matemático, Alianza Editorial, 1995.
[6] Juegos topológicos: https://topologia.wordpress.com/.

Copyright de las figuras: Fig. 1: The Euler archive E53; Fig. 2: Eigil Nielsen Select Sports;: Fig. 2: File: Hexahedron.jpg, File: Truncatedicosahedron.jpg., Fig. 3: File: Hexagonal torus.png, Fig. 4: File: MobiusStrip-01.png, File: Cylinder-Ruled-Surface.png, Fig. 5: File: Blue Figure-Eight Knot.png, Fig. 6: File: Sprouts-2spot-game.png: Fig. 7: Metrovalencia. Wikimedia Commons, the free media repository
Enrique Macías Virgós
Doctor en Matemáticas
Profesor del área de Geometría y Topología de la Universidad de Santiago de Compostela

Escucha música mientras lees.


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