miércoles, 17 de enero de 2018

Yo quiero ser Profesora de Física - Verónica Tricio Gómez

Y yo quiero ser...Profesora de Física
(Por Verónica Tricio Gómez)

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Quiero ser profesora de física recuerdo que me decía mi amiga Isabel cuando en el sexto curso de Bachillerato Superior  de Ciencias hacíamos juntas las tareas que nos mandaba el profesor de física del colegio privado donde estudiábamos. ¿Qué significaba ser profesora de física? ¿Qué se requería para ser buena profesora? me preguntaba yo mientras buscábamos afanosamente la fórmula que teníamos que aplicar para resolver el problema. En aquel curso me conformaba con entender las explicaciones del profesor y saber resolver los ejercicios que teníamos mi amiga y yo entre manos. En síntesis, yo lo que quería entonces era aprender física, pero ¿Cómo podría yo aprender y saber física?

¿Cómo se aprendía física en la enseñanza tradicional?

Tras la reválida de sexto, hice el curso preuniversitario.  En el “Preu" cursé la asignatura de física, con un programa muy extenso orientado a la prueba de acceso a la Universidad, que el profesor seguía con el libro de texto de Santiago Burbano Ercilla. Como alumna de licenciatura ya pude apreciar que un profesor excelente puede hacer bueno un programa malo de estudios y viceversa, el mejor plan de estudios está abocado al fracaso en manos de profesores ineptos. En todas las asignaturas de la carrera de Físicas en la Universidad de Valladolid, se seguía un sistema tradicional de enseñanza (se conoce como pasivo) cuyo principal objetivo era la adquisición del conocimiento, en el que los profesores usaban el método de lección magistral (Fig. 1) y resolución de ejercicios y problemas, en las dos modalidades de clases teóricas y clases prácticas, además de las tutorías. Los profesores que me daban clase desarrollaban todas las demostraciones en la pizarra y los alumnos estudiábamos por apuntes que tomábamos en clase, por libros recomendados en cada asignatura (entre otros: Sears Zemansky, Aguilar Peris, Goldstein, Alonso Finn, Reitz Milford, Messiah) y por apuntes elaborados por los profesores. Como alumna inquieta intelectualmente yo asistía a seminarios y conferencias y adquiría o me prestaban algún libro extranjero sobre todo de problemas.

Fig. 1. El papel del profesor en un modelo clásico de enseñanza.

Soy profesora de física en la universidad desde que terminé mis estudios (hace muchos años) y me he podido responder las preguntas que en mi juventud me hacía, y ahora me toca responder a las que se me hacen. Casualmente este verano una destacada alumna en la última olimpiada de física, también me ha dicho que quiere ser lo mismo que mi amiga y que está muy interesada en saber qué significa ser profesora de física y ser una buena profesora. Sus inquietudes son las mismas que fueron las mías y eso me motiva a transcribir  a continuación una breve descripción de las respuestas que daré a la joven estudiante.

¿Qué es ser profesora de física y para qué sirve?

En general, ser profesor de física va mucho más allá que enseñar los contenidos científicos de la materia y evaluar que los estudiantes los hayan adquirido. En la educación superior, en particular, ha de estar capacitado para desempeñar correctamente las tres funciones que le son encomendadas: la docencia, la investigación y la gestión. Respecto a la primera de estas funciones, desde la incorporación al EEES en el curso 2009-10, la docencia en general y de la física en particular, ha asumido un nuevo paradigma centrado en el trabajo del estudiante (con la necesaria ayuda del profesor como facilitador de su aprendizaje) y el nuevo modelo competencial en el que las competencias constituyen el núcleo del proceso de enseñanza y aprendizaje. Por eso, el profesor de física ha de planificar la metodología del proceso de enseñanza-aprendizaje (las modalidades, los métodos de enseñanza y los sistemas de evaluación) de sus  materias de Grado y de Máster, teniendo en cuenta las competencias establecidas. He de comentarla que estoy de acuerdo con los autores que afirman que de los cuatro perfiles que distinguen del profesor universitario (investigador puro, investigador pragmático, docente y comunitario), el perfil docente posee una verdadera vocación universitaria, siente un gran interés y motivación por la docencia, a la que dedica mucho tiempo y esfuerzo, le gusta la relación con sus alumnos y le preocupa que los alumnos tengan un aprendizaje de calidad y formar a buenos profesionales [1].

Una de las vías de transmitir la ciencia a la sociedad (Fig. 2) es mediante la actividad académica (la educación científica reglada) a estudiantes en diferentes niveles educativos; y le expresaré que los profesores de física constituyen el eslabón imprescindible y principal de transmisión de ese saber entre los científicos y la sociedad [2]. Recordando las muy sabias palabras de Ilya Pregogine durante Conferencia  en el Forum Filosófico de la UNESCO en 1995, le diré a esta alumna que deberá estar siempre dispuesta a ampliar su conocimiento [¿Qué es lo que no sé? Esta pregunta me hace pensar en otra pregunta, que se puede considerar complementaria: “¿qué es lo que sé?”. Mi respuesta a esta pregunta está clara: muy poco. No digo esto por modestia excesiva, sino por una convicción profunda: nos encontramos al final de esa era de la historia de la ciencia que se abrió con Galileo y Copérnico. Un período glorioso en verdad, pero que nos ha dejado una visión del mundo demasiado simplista. La ciencia clásica enfatizaba los factores de equilibrio, orden, estabilidad. Hoy vemos fluctuación e inestabilidad por todas partes. Estamos empezando a ser conscientes de la complejidad inherente del universo. Esta toma de conciencia, estoy seguro, es el primer paso hacia una nueva racionalidad. Pero sólo el primer paso].

Fig. 2. El profesor eslabón de la transmisión del saber.

Cuando sea profesora esta jovencita, podrá enseñar tantos y tan importantes aspectos de qué son y para qué sirven las diferentes áreas de esta ciencia….Que la física es soporte de otras disciplinas científicas y de numerosas aplicaciones tecnológicas en amplios campos de la actividad humana. Mediante la enseñanza de esta ciencia básica podrá facilitar a sus alumnos la comprensión del mundo en su complejidad mediante una estructura formal, desde la elaboración de modelos simplificados hasta la aportación de enfoques más aproximados al problema complejo. En sus actividades docentes de transmisión del conocimiento, podrá utilizará  los métodos de razonamiento propios de esta ciencia ligados con la descripción de fenómenos físicos, de sus leyes y principios, a través de un lenguaje específico como es la formulación matemática. Por tratarse la física de una materia dinámica, podrá explicar en cada nivel de estudios diversas y adecuadas construcciones teóricas que no son dogmáticas ni definitivas.

¿Cómo ser una buena profesora de física?

Siempre deberá enseñar a sus estudiantes a aprender a aprender, a pensar, a reflexionar y criticar constructivamente y como profesora de física tendrá que ser altamente competente. En particular, las competencias que ha de desarrollar una profesora de física en la educación superior [3] son entre otras: Conocer y saber aplicar los contenidos curriculares de la materia/s concretas de física. Conocer el contexto universitario y saber desenvolverse en él. Trabajar en equipo con personas del mismo y de distinto ámbito profesional. Conocer y saber aplicar metodologías docentes innovadoras. Evaluar el proceso de enseñanza-aprendizaje. Organizar y gestionar eventos científicos [4]. Destaco aquí que la profesora de física ha de tener inquietud hacia la innovación y actualización de los programas porque en la enseñanza de esta disciplina es preciso revisar y adaptar continuamente los conceptos y contenidos, además de la metodología; éstas y otras adaptaciones proponía el profesor Marcelo Alonso ya en el año 1997 en respuesta a la  pregunta ¿enseñamos bien la física?, durante el 27º Encuentro Ibérico de Enseñanza de la Física.

Fig. 3. Izda. Portadas de algunos libros de comunicaciones de los Encuentros Ibéricos de Enseñanza de la Física. Dcha. Portada de una monografía de aprendizaje activo de física básica universitaria.

No se consigue ni rápido ni fácilmente ser una buena profesora de física. Para lograrlo le citaré a la estudiante algunos de los requisitos que considero significativos y que serán importantes retos para quien desea ser una excelente profesora. En síntesis, estos requisitos son: Saber física. Informarse sobre las innovaciones de la ciencia física. Conocer y relacionar entre sí sus aplicaciones tecnológicas, impactos en la sociedad y consecuencias ambientales. Presentar el impacto de la sociedad en la ciencia y en la enseñanza. Contribuir como educadora al desarrollo sostenible y el mejoramiento del conjunto de la sociedad.  Estar al tanto de las experiencias de los profesores que hacen investigación didáctica. Saber enseñar física con el adecuado rigor científico. Contextualizar el nivel de enseñanza y la orientación de los estudios universitarios en que han matriculado los estudiantes.

La profesora de física también deberá saber aplicar las distintas metodologías didácticas para conectar con el estudiante, motivarle en su aprendizaje, fomentar su interés por la ciencia que se estudia  y su investigación, reforzar el interés por la cultura científica, hacer uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Difundir sus experiencias innovadoras [5] y sus resultados de investigación didáctica en monografías, revistas y congresos (Fig. 3) estará también entre sus retos... y, por supuesto, gustarle mucho lo que hace y sentir pasión por aprender y enseñar física a sus alumnos.

A modo de cierre

Esas son algunas de las respuestas a las inquietudes de la joven estudiante; espero que le hagan reflexionar y le sirvan para fortalecer su entusiasmo por aprender y enseñar física. Si es así, estoy convencida que dentro de pocos años volverá a visitarme para decirme que está en el camino de…. ¡ser profesora de física! 


Referencias:
[1] Tricio Gómez, V. y Valdés Castro, R. (2015) Los científicos y la divulgación de la ciencia. Divulgación. Innovación en la enseñanza de las ciencias. Reflexiones, experiencias y buenas prácticas”, pp.83-111, Ed. Q Divulgación. ISBN 13: 978-84-15575-04-7.
[2] Galán, A. y Rubalcaba, L. (2007) El perfil del profesor universitario. Fines, motivación y ámbito del trabajo en la universidad. En A. Galán (ed.), pp. 33-55. Madrid: Encuentro
[3] García  Sanz,  Mª. Paz y Maquilón  Sánchez,  J. (2010). El  futuro  de  la formación del profesorado universitario. REIFOP, 14 (1), 17-26. http://www.aufop.com/ (consultada el 14-08-17)
[4] Tricio, V. y al. Los Encuentros Ibéricos sobre Enseñanza de la Física (2013). La vida de la Ciencia, REF, 27-1, pp.17-22.
[5] Experiencias de Innovación docente en la enseñanza de la física universitaria. Ed. A. Nájera y E. Arribas. ISBN 978-1-4457-3466-8.
Verónica Tricio Gómez
Doctora en Ciencias Físicas
Profesora Titular de Universidad, Área de Física Aplicada, Departamento de Física, Universidad de Burgos

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